TOMA DE DESICIONES
LA TOMA DE DECISIONES EN LA
ORGANIZACIÓN
En
las organizaciones en general existe una jerarquía que determina el tipo de
acciones que se realizan dentro de ella y, en consecuencia, el tipo de
decisiones que se deben tomar. La ciencia administrativa divide a la empresa en
3 niveles jerárquicos:
1.
Nivel estratégico. - Alta dirección; planificación global de toda la empresa.
2.
Nivel táctico. - Planificación de los subsistemas empresariales.
3.
Nivel operativo. - Desarrollo de operaciones cotidianas (diarias/rutinarias).
En
los niveles superiores de la organización de la empresa, la capacidad para
tomar decisiones no programadas o no estructuradas adquiere más importancia.
Las habilidades para tomar decisiones lógicas no programadas en forma sistemática
son de suma importancia.
A
medida que se baja en esta jerarquía, las tareas que se desempeñan son cada vez
más rutinarias, por lo que las decisiones en estos niveles serán más
estructuradas (programadas).
Esta
información fue tomada del siguiente enlace: https://www.emprendepyme.net/la-toma-de-decisiones-en-la-organizacion.html
y la información es usada meramente académica.
QUÉ ES LA TOMA DE
DECISIONES
Los
gerentes, por definición, son tomadores de decisiones. Uno de los roles del
gerente es precisamente tomar una serie de decisiones grandes y pequeñas.
Tomar
la decisión correcta cada vez es la ambición de quienes practican la gerencia.
Hacerlo requiere contar con un profundo conocimiento, y una amplia experiencia
en el tema.
LAS DECISIONES
Una
decisión es un juicio o selección entre dos o más alternativas, que ocurre en
numerosas y diversas situaciones de la vida (y por supuesto, la gerencia).
EL PROCESO DE TOMA DE
DECISIONES
En
líneas generales, tomar una decisión implica:
- Definir el propósito: qué es exactamente lo que se debe decidir.
- Listar las opciones disponibles: cuales son las posibles alternativas.
- Evaluar las opciones: cuales son los pro y contras de cada una.
- Escoger entre las opciones disponibles: cuál de las opciones es la mejor.
- Convertir la opción seleccionada en acción.
TIPOS DE DECISIONES
EN GERENCIA
- De rutina: las mismas circunstancias recurrentes llevan a seleccionar un curso de acción ya conocido
- De emergencia: ante situaciones sin precedentes, se toman decisiones en el momento, a medida que transcurren los eventos. Pueden tomar la mayor parte del tiempo de un gerente.
- Estratégicas: decidir sobre metas y objetivos, y convertirlos en planes específicos. Es el tipo de decisión más exigente, y son las tareas más importantes de un gerente.
- Operativas: son necesarias para la operación de la organización, e incluye resolver situaciones de “gente” (como contratar y despedir), por lo que requiere de un manejo muy sensible
COMO TOMAR DECISIONES
Un
gerente debe tomar la mejor decisión posible, con la información que tiene
disponible (que generalmente es incompleta). Esto se puede hacer de dos formas:
- Decisiones intuitivas: se decide en forma espontánea y creativa.
- Decisiones lógicas o racionales: basadas en el conocimiento, habilidades y experiencia.
Para
estas últimas, la literatura gerencial ofrece una amplia gama de herramientas,
como: análisis de pareto, árboles de decisión, programación linear, análisis
costo-beneficio, simulación, matriz DOFA, análisis “what if”, modelos y hojas
de cálculo, entre otros.
Fuente: Roastbrief
Esta
información fue tomada del siguiente enlace: https://degerencia.com/tema/habilidades/toma-de-decisiones/
y la información es usada meramente académica.
ESTRATEGIAS PARA LA TOMA DE
DECISIONES EMPRESARIALES
Muchas
veces damos por hecho que los directivos, gerentes y altos responsables de una
empresa toman decisiones de forma natural. Sin embargo, hay que estar en su
papel pasa saber lo difícil que resulta todo aquello. La toma de decisiones
empresariales es mucho más compleja de lo que imaginamos.
TOMA DE DECISIONES:
CUALIDADES DE TODO DIRECTOR
No
todos estamos hechos para tomar decisiones, y menos cuando estas involucran a
las personas de nuestro entorno. Este es, en gran parte, el reto al que se
enfrenta cualquier director de empresas o Project Manager en su día a día.
Si
bien en este proceso no solo influyen elementos como la estructura de la
empresa, el tipo de personal, el número de trabajadores y el clima laboral, es
claro que la toma de decisiones depende sobre todo de la actitud de cada
persona.
El
estilo de liderazgo, la habilidad para motivar a sus equipos, la perspectiva
global de la empresa, la capacidad de respuesta ante los retos y el talento
para anticiparse a lo que pueda acontecer son algunas de las cualidades que se
le exige a un profesional de la dirección que deba tomar decisiones.
ESTRATEGIAS MÁS
HABITUALES PARA LA TOMA DE DECISIONES
Existen
mil y una estrategias que puedes poner en práctica si tu idea es especializarte
en la toma de decisiones. Echa un vistazo a algunas de las más habituales:
Examina el panorama
que tienes delante:
La
perspectiva general es una estrategia que nunca falla. Un buen director de
empresas nunca toma decisiones cuando está imbuido en el presente; todo lo
contrario, se aleja momentáneamente de los hechos para saber qué es lo que más
le conviene a él y a los suyos. Las mejores decisiones se toman cuando eres
capaz de ver todo de forma global e integral.
Consulta información
opuesta:
Lo
más habitual es que busquemos opiniones e información que validen la tesis que
ya tenemos en mente y que pronto se convertirá en una decisión. Pues bien,
harías bien en consultar información opuesta o que al menos no coincida del
todo con tu tesis. Aunque luego no cambies de opinión, al menos tendrás en
cuenta otra visión de las circunstancias.
Consulta a sus
colaboradores:
Sí,
es cierto que la toma de decisiones depende de ti y que debes ser el principal
responsable de ellas. Sin embargo, siempre puedes consultar a las personas que
te rodean y pedir su opinión sobre lo que tienes planificado. Y si eres
partidario de los climas participativos, puedes incluso realizar sesiones de
lluvia de ideas.
Ten siempre un plan B
(o C):
Las
decisiones solo se deben tomar cuando tenemos certeza casi absoluta de su eficacia.
No obstante, nunca está de más contar con un plan B o C que pueda amortiguar
nuestra situación en caso de que la estrategia principal no funcione. Los
planes de este tipo suelen ser circunstanciales, es decir, que se aplican de
forma temporal hasta que se restablece la situación inicial.
Esta
información fue tomada del siguiente enlace: https://retos-directivos.eae.es/estrategias-para-la-toma-de-decisiones-empresariales/
y la información es usada meramente académica.
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